Dolly Mora: el régimen juega a la abstención, pero los jóvenes promovemos la participación activa de la ciudadanía

El pasado 2 de junio, una jueza nicaragüense ordenó capturar a la precandidata presidencial Cristiana Chamorro, se le acusó de “lavado de dinero” y “gestión abusiva”. Este fue el inicio de una nueva ola de represión y detenciones de líderes opositores a Daniel Ortega que le ha costado la libertad a 20 personas. Max Jerez y Lesther Alemán forman parte de la Alianza Universitaria Nicaraguense (AUN) y hoy son presos políticos de Ortega; su compañera Dolly Mora aseguró que pese a toda la persecución política, siguen apostando a la vía electoral para salir de la dictadura que controla el país desde 1985.

Nota publicada por Anaísa Rodriguez para El Cooperante.

AUN fue fundada en 2018 durante las protestas estudiantiles en contra de Ortega que se proyectaron en todo el país. En medio de las protestas que dejaron un saldo de 400 estudiantes asesinados, Ortega convocó al diálogo nacional con diferentes sectores y este fue apoyado por la iglesia.

AUN participó en el primer diálogo nacional y fue en ese entonces cuando Lesther, de 20 años se levantó frente a Daniel Ortega y le llamó asesino públicamente. AUN se convirtió en el movimiento político juvenil más importante de Nicaragua y ha asumido las banderas del voto para hacerle oposición a Ortega.

En conversación telefónica con El Cooperante, Dolly Mora denunció -una vez más- que en Nicaragua no se respetan los derechos humanos, que sus compañeros fueron secuestrados y encarcelados por oponerse al régimen y que no hay instancia que valga porque en ese país solo se cumple la voluntad de Ortega.

Sin embargo, aseveró que quienes conforman AUN siguen defendiendo la vía de la negociación, el diálogo y el voto porque confía que bajo un firme liderazgo opositor y con la participación de la ciudadanía los años de poder de Ortega terminarán.

Por ahora, Lesther y Max están en la cárcel del “Chipote” junto a otros 24 presos políticos, ni sus familiares, ni sus abogados han tenido contacto físico con ellos, pero Dolly espera que no hayan sido torturados, ni golpeados.

Al menos 20 dirigentes han sido detenidos durante las últimas semanas por el gobierno de Daniel Ortega, ¿la Alianza Cívica para la Justicia y la Democracia sigue apostando a la vía electoral pese a las detenciones arbitrarias y la persecución política?

Nosotros como Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) que somos parte de la alianza cívica, siempre hemos apostado al diálogo y la vía pacífica, a la salida electoral, somos un movimiento emergente, hemos sido parte de los procesos de diálogo. Lesther Alemán fue nuestro primer vocero y Max Jerez fue nuestro vocero en la mesa de negociación de 2019 y ambos hoy son presos políticos. Junto a ellos hay más de 130 personas, seis precandidatos presidenciales, liderazgos de oposición, líderes del movimiento campesino. Pero a pesar de ese panorama de persecución, de encarcelamiento, de que no hay condiciones habilitantes, nosotros seguimos creyendo en la vía electoral para salir del régimen de Daniel Ortega porque hemos visto experiencias de otros países y la vía electoral permite que la gente participe de manera directa y activa, nosotros nos hemos organizado alrededor del país, somos la organización juvenil más grande y más fuerte en Nicaragua, es un trabajo que hemos hecho con mucho esfuerzo. Lesther y Max decían antes de ser encarcelados “hay que seguir”, “quienes queden tienen que continuar” y eso es lo que estamos haciendo.


Yo creo que Ortega cierra los canales, está en posición de represión, una posición muy dura, cero diálogo con la oposición ni con la comunidad internacional porque él apuesta a que esto desanime a la gente para las elecciones del 7 de noviembre y juega a la abstención, por eso promovemos todo lo contrario: que la gente participe de manera activa, aún con condiciones adversas, si iremos o no, es una decisión de AUN, sino de la oposición que apuesta por la vía electoral, aún no se ha decidido.

¿En cuáles condiciones fueron detenidos Max Jerez y Lesther Alemán? ¿Los han podido ver, saben cómo están? ¿Se les ha permitido presentar sus abogados?

Ellos fueron secuestrados y encarcelados este 5 de julio. Aproximadamente a las 9:00 p.m., todo nos indica que fue una cuestión en simultáneo, Yudith Belén, Max y yo estábamos juntos en una casa de seguridad en ese momento y Lesther estaba en otro espacio, pero él había ido a su casa a buscar unos documentos con su mamá y un vecino sopló a la policía que él estaba allí. Esto lo supimos después, pero esa noche a las 9:00 p.m., Lesther mandó un mensaje a nuestro grupo que decía “la policía”. Cuando leí el mensaje y le voy a contestar, escuché las sirenas de la policía fuera de nuestro espacio de seguridad. Por eso se trató de una operación simultánea, y supimos que líderes del movimiento campesino también fueron secuestrados a la misma hora de ese día.


No sabemos a ciencia cierta cómo están al día de hoy, sus madres no han podido verlos y constatar sus condiciones físicas, si han sido golpeados, no han podido hablar con sus abogados y seguimos con el proceso de gestiones, de habeas corpus, que puedan hacer recursos de exhibición personal y todo recurso que por la vía legal permita saber cómo están. Pero no tenemos una constancia concreta ni visual de cómo se encuentran ellos.
Sus madres van una vez al día a la cárcel, no les aceptan alimentos sólidos, pero sí les han permitido ingresar agua e implementos de higiene personal, son 26 presos políticos que están en la cárcel del Chipote.


¿A qué instancias han ido para denunciar este atropello y cuál ha sido la respuesta?

Las madres se han reunido con distintas organizaciones de Derechos Humanos. A nivel nacional el Cenidh y la Unidad de Defensa Jurídica son quienes están dando el acompañamiento a los familiares; y a nivel internacional ya acudieron a la CIDH, Acnur y otras organizaciones que han seguido muy de cerca el caso de Nicaragua y los crímenes de lesa humanidad que ha ejecutado el régimen de Ortega. También se han reunido con otras instancias internacionales y están denunciando constantemente, pero la verdad es que ninguna de esas organizaciones puede garantizar que se les respeten los derechos humanos de ellos, pese a que se hagan cientos de solicitudes, porque la única voluntad que se cumple en Nicaragua es la del régimen. Esperamos que no estén siendo golpeados y torturados, pero estamos atados de manos.

¿En medio de esta ola de persecución y encarcelamiento, cuando falta tan poco para la elección presidencial, existe hoy un candidato que pueda hacer frente a Daniel Ortega?

Hasta el momento hay un proceso en marcha sobre el tema de selección del candidato presidencial y en distintos niveles de diputaciones departamentales, diputaciones nacionales y al Parlaser Centroamericano, eso esperamos que la semana que viene ya esté listo y el 28 de julio se haga la inscripción formal de las candidaturas. Actualmente, estamos promoviendo la verificación ciudadana, promoviendo la participación activa de la gente en la defensa del voto, en la promoción del electorado, pero tenemos grandes retos porque no hay condiciones, pero aun así no renunciamos y no dejaremos todo en la cancha de la dictadura.

Hace un año, fuiste expulsada de la universidad Upoli debido a tu rol como activista defensora de la igualdad de género, la justicia y la democracia…

Eso fue en 2020 y lamentablemente en Nicaragua no hay respeto al debido proceso, no hay dónde denunciar, me expulsaron y no puedo hacer nada. Todo está completamente tomado por el gobierno. Ahora estoy estudiando, pero en una universidad privada. La Upoli, aunque es subvencionada por el Estado, tenía una parte semiprivada y yo estaba en esa parte, no era becada, pero amenazaron al rector Norberto Herrera y este me expulsó de manera arbitraria.

¿Has sido amenazada?

Sí, aquí todos hemos recibido amenazas, hemos sido intimidados y perseguidos. Dos semanas antes de que detuvieran a Max y a Lesther que fue cuando se intensificó la persecución, nosotros entendimos que venían por nosotros porque ya habían encarcelado a 18 personas y nos preparamos emocionalmente, psicológicamente, hablamos con nuestras familias y empezamos a declarar que quienes queden deben continuar. Frente a la sede del partido donde está la Alianza de Ciudadanos por la Libertad siempre hay presencia policial y siempre nos toman fotos.

Al igual que Nicaragua, Venezuela tendrá elecciones en noviembre para elegir a sus autoridades regionales, ¿cuál es tu mensaje a los venezolanos que apuestan a la abstención?

Yo invito a los venezolanos a que no dejen la vía electoral, porque los regímenes como el de Maduro y Ortega dan una de cal y otra de arena, pero si la gente, la ciudadanía y la oposición se organiza y muestra al electorado una opción que permita una participación directa, disputar el poder a Maduro. Hay que ir a votar porque son oportunidades que no podemos dejar de aprovechar.

No podemos dejar en estos regímenes el destino de un país, sabemos que son caminos difíciles, son complejos, en Nicaragua no hay condiciones, pero nosotros decimos hay que ir. La abstención no es el camino porque el régimen es el mayor beneficiado con esta abstención, la gente debe salir de manera masiva y demostrar a través del voto el rechazo de manera contundente a estos gobiernos. Les invito a no desfallecer porque la libertad de Venezuela y Nicaragua están cerca.

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