Mis amigos están presos, no les puedo explicar lo horrible que se siente. La angustia y el dolor te afectan en todo momento, no da hambre, no da sueño, y al mismo tiempo me siento cansada, como que los días duran meses y apenas van 4 desde su detención, pero yo siento que el tiempo es incontable.
Mis amigos están presos. Son dos chavalos, flacos, anteojudos, con un corazón dulce, con risas contagiosas, con sueños extraordinarios y de inmensurable valor. Rezo por ellos cada momento que puedo, pero especialmente antes de dormir. Cuando intento pedir por ellos en voz alta siento que me ahogo, intento una, tres, cinco veces hasta que me obligo a decirlo “Señor, te pido…. Te pido por la libertad…. Señor te pido por la libertad de Lesther y Max” El llanto hace que me duelan los pulmones, la garganta, la cabeza, el corazón, pero lloro y sé que mi llanto también es oración.
En varias ocasiones hablamos del “cuando pase eso” pero realmente nada te prepara para esta situación. Lo peor es la incertidumbre. No saber si comieron, si les dieron agua, si tienen acceso a un baño, no saber si están aislados, si ven el sol, si los insultan o les gritan, si los amenazan, si los humillan, si los golpean, si los torturan… porque mis amigos están presos! y no son presos cualquiera! Son presos de conciencia! Fueron secuestrados y hoy están en las manos de criminales, de una pareja desquiciada sedienta de sangre y venganza, cuya incapacidad los reduce y los muestra por lo que son: unos cobardes.
Cobardes que para intentar callar las demandas de los nicaragüenses recurren a las armas, al estado de sitio, a la persecución y encarcelamiento. Si, mis amigos están presos, algunos a veces nos preguntan si tenemos miedo, que mejor le bajemos, cuídense, no hay condiciones, que se puede hacer, a lo que yo siempre contesto: “Si fuera yo la presa y ellos los libres, sé que harían todavía más”
Y es que Lesther y Max son chavalos tan valientes, inteligentes y capaces que su trabajo y su compromiso ha despertado a muchos jóvenes que como yo hoy estamos convencidos que es posible un cambio, que nosotros podemos lograr un cambio. Desde AUN estamos más comprometidos que nunca con el retorno urgente a la democracia, con trabajar por defender nuestros derechos, por continuar denunciando los crímenes del dictador y no vamos a parar.
No vamos a parar porque nuestros amigos, que son alegres y buenos, que son esforzados e inteligentes, QUE SON INOCENTES, ESTAN PRESOS! Son presos políticos del dictador! Y no solo Lesther y Max, también María Esperanza Sanchez, Pedro Mena, Juan Sebastián Chamorro, Karla Escobar, José Adán Aguerri, Julia Hernández, Medardo Mairena y 120 más! Y la dura realidad para Nicaragua es que no van a dejar de haber presos políticos mientras Daniel Ortega este en el poder! Es nuestro deber con esta patria que Dios nos dio, poner todo lo que esté en nuestras manos, para liberarla de este animal y por fin alcanzar la justicia, la paz, el progreso y la libertad!
LIBERTAD PARA LESTHER ALEMAN!
LIBERTAD PARA MAX JEREZ!
LIBERTAD PARA NICARAGUA!
La autora del artículo es integrante del CEN.